La pared abdominal no es solo la parte del cuerpo que más enseñamos en verano, de la que presumimos por nuestra "tableta de chocolate", si es que la tenemos. Los abdominales son, desde la capa más interna o profunda a la externa: Transverso del abdomen, Oblicuo interno, Oblicuo externo y Rectos abdominales.
Además de la función estética este grupo de músculos cumple con otras muchas funciones fisiológicas:
Reír
Toser
Parir
Vomitar
Respirar
Soporte de órganos
Transferencia de cargas
Control del tronco, cabeza y extremidades
Vaciado de vísceras (vejiga e intestinos)
Para que todas estas funciones se lleven a cado de una manera eficaz necesitamos que la musculatura abdominal trabaje de manera coordinada, tenga suficiente capacidad de contracción fuerza y resistencia y también pueda relajarse cuando sea necesario.
La valoración y observación del comportamiento de los abdominales en las diversas actividades del día es de gran importancia para poder adaptar la sesión de ejercicios, la intensidad a cada persona. Un ejemplo es estar de pie y levantar una pierna flexionada como si diéramos un paso: ¿Qué ocurre en la pared abdominal? Puede ser que se mantenga firme o por el contrario salga hacia afuera.
Los abdominales deberían recibir estímulos durante los entrenamientos con el objetivo de trabajar correctamente en estas actividades fisiológicas no solo por un motivo estético. Trabajar la musculatura abdominal de forma correcta no es tan fácil, en las redes sociales encontramos muchos videos y solemos copiarlos sin darnos cuenta de si realmente son de nuestro nivel.
En la mujer una de los momentos más delicado es el posparto, recuperar la coordinación, control motor y timing de los abdominales es primordial.
Trabajar la musculatura abdominal de manera correcta nos ayudará en todas las actividades de la vida diaria.